FUENTE: DIARIO EL MUNDO:
La única certeza es que representa a un Cristo crucificado, que apenas mide 41,3 centímetros de alto por 39,7 de ancho, que es de madera policromada, que data de la última década del siglo XV y que el Estado italiano pagó en 2008 un total de 3,2 millones de euros por hacerse con él, proclamando a los cuatro vientos que se trataba de una escultura de Miguel Ángel comprada a precio de ganga.
Detalle del crucifijo que fue atribuido a Miguel Ángel. Fuente: Diario El Mundo. |
Pero ahora esa operación le puede costar cara a sus responsables, ya que el Tribunal de Cuentas italiano está decidido a sentar en el banquillo a los directivos del Ministerio de Cultura que autorizaron esa adquisición. La acusación: haber pagado a precio de oro una obra de arte que nadie osa afirmar que salió indiscutiblemente a la mano del gran Miguel Ángel y que como mucho es sólo atribuible a él.
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