FUENTE: DIARIO "EL PAÍS"
La cueva de Eirós, en la aldea de Cancelo, en el municipio lucense de Triacastela, va camino no solo de ser la Atapuerca gallega, sino también la Altamira del noroeste peninsular, tras el descubrimiento de pinturas rupestres con motivos de animales. A la espera de la prueba del carbono, los expertos sitúan su elaboración hace 30.000 años, basándose en el estilo y la técnica empleada. Son las primeras pinturas rupestres halladas en Galicia.
Este el cuarto año de excavaciones en esta gruta natural, datada en el Paleolítico, por un equipo de investigación de la Universidade de Santiago (USC) que comanda Ramón Fábregas, catedrático de Prehistoria, con el apoyo de arqueólogos de la Universidad Virgili i Rovira de Tarragona. Fábregas guió ayer al rector de la Universidad, Juan Casares Long; al conselleiro de Cultura, Jesús Vázquez, y a otras autoridades, entre ellas la alcaldesa de Triacastela, Olga Iglesias, por los entresijos de la cueva para anunciar públicamente el descubrimiento. Antes de este hallazgo, las excavaciones en el subsuelo ya permitieron recuperar desde 2008 más de 4.000 piezas, restos de animales y herramientas del hombre del Paleolítico, con una antigüedad de entre 35.000 y 85.000 años.
Imagen de los hallazgos. Fuente: "El País" |
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