FUENTE: DIARIO "EL PAÍS"
En los actuales tiempos de terror, no abundan los artistas que rechacen la publicidad. Si son pequeños, dicen que aceptan para sobrevivir. Si son grandes, no lo cuentan pero les sirve para comprarse una mansión mayor. El rockero, antaño (teórico) enemigo de la sociedad de consumo, ahora se pone en la cola de los mendicantes: “¡dame algo, por favor!. Lo que sea: una campañita, un patrocinio, un jingle, un spot de televisión”. En la Primera División, los resistentes, los intratables, se pueden contar con los dedos de las manos. John Densmore veta cualquier utilización publicitaria del catálogo de The Doors. Tom Waits acude incluso a los tribunales si imitan su voz lobuna. Nick Cave escribió una mordaz carta de rechazo a las tiendas Gap. Neil Young fue más allá: protagonizó un video donde se burlaba cruelmente de Michael Jackson, Whitney Houston y, ah, Eric Clapton.
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En los actuales tiempos de terror, no abundan los artistas que rechacen la publicidad. Si son pequeños, dicen que aceptan para sobrevivir. Si son grandes, no lo cuentan pero les sirve para comprarse una mansión mayor. El rockero, antaño (teórico) enemigo de la sociedad de consumo, ahora se pone en la cola de los mendicantes: “¡dame algo, por favor!. Lo que sea: una campañita, un patrocinio, un jingle, un spot de televisión”. En la Primera División, los resistentes, los intratables, se pueden contar con los dedos de las manos. John Densmore veta cualquier utilización publicitaria del catálogo de The Doors. Tom Waits acude incluso a los tribunales si imitan su voz lobuna. Nick Cave escribió una mordaz carta de rechazo a las tiendas Gap. Neil Young fue más allá: protagonizó un video donde se burlaba cruelmente de Michael Jackson, Whitney Houston y, ah, Eric Clapton.
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