FUENTE: DIARIO "ABC"
Sevilla y Bruce Springsteen volvieron a corroborar ayer el milagro. Ni la noche de calor húmedo casi tropical que se vivió en el Estadio Olímpico pudo impedir que la ciudad se vistiera con sus mejores galas para recibir al «Boss» en el inicio europeo del «Wrecking Ball Tour». Aunque el aforo de 40.000 espectadores no llegó a llenarse completamente, poco importó porque el rockero estadounidense siempre se deja la piel en cada uno de sus conciertos, como si aquella fuera la última noche en la actuara en su vida. Y es que, como él mismo reconoció el sábado en su encuentro con la prensa, «los fans españoles son fantásticos», no dejándole nunca solo, ni en los peores años de su carrera.
La expectación del público fue creciendo durante los minutos previos al concierto y la impaciencia se hizo más que evidente al superarse la hora del inicio previsto del show, a las nueve de la noche. Con unos veinte minutos de retraso salieron Springsteen y la E Street Band con la música de fondo de «El bueno, el feo y el malo» de Morricone. Tras saludar con un «Hola Sevilla», el «Boss» cantó su clásico «Badlands», seguido de dos temas de su último disco, «We Take Care of Our Own» y «Wrecking Ball». Luego nombró tres veces a Sevilla antes de entonar otro clásico, «Times of Fire». La veta más «folky» de la noche vino con canciones de la talla de «The Death of My Hometown».
Imagen de la actuación de Bruce Springsteen en Sevilla |
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