FUENTE: DIARIO "ABC"
Sus mujeres eran amarillas; sus nubes, verdes; sus lunas, rosas. Manejó los colores a su antojo. No en vano los consideraba «la alegría de la vida». Ernst Ludwig Kirchner (1880-1938) desplegó en sus obras una deslumbrante paleta, que contrasta con los grises y ocres que ensombrecieron su biografía. Consumo de drogas, trabajo en exceso, falta de sueño, crisis depresivas, su terror a la guerra... le llevaron a un«via crucis» personal de sanatorio en sanatorio.
Los nazis le incluyeron en el saco del arte degenerado, retiraron 639 obras suyas de los museos alemanes, fue expulsado de la Academia de las Artes prusiana... Creyó que los alemanes invadirían Suiza: destruyó parte de su obra y el 15 de junio de 1938 se suicidó. Se apagó aquel día uno de los mayores talentos de la Historia del Arte.
CENTRO POMPIDOU DE PARÍS
«Aseo. Mujer ante el espejo» (1913 1920) FUENTE: "abc"
|
SEGUIR LEYENDO EL ARTÍCULO EN:
0 comentarios:
Publicar un comentario