FUENTE: DIARIO "EL MUNDO"
Hubo una época en la que un viaje era de verdad sinónimo de aventura. La puerta a lo desconocido. Un sueño de días de larga travesía, a veces más tortuosa que placentera, en busca de conocimiento, un encuentro humano o un simple hallazgo natural. Pura interacción con la vida. La era de las grandes expediciones y sus exploradores nos dejó un legado etnográfico que hoy se puede admirar en el Museo de las Culturas de Bale (Basilea), una vitrina con más de 500 objetos, huellas de otras culturas y modos de vida.
"Estos objetos, referencias a la vida, son importantes porque marcaron y marcan, tanto ayer como hoy, la imagen que nos hacemos de los otros", explican los conservadores de la muestra, Gaby Fierz, Richard Kunz y Alexandre Wessel.
El mundo descubierto en estas expediciones cabe en la maleta del centro artístico, puerta abierta a Sri Lanka, Vanuatu, Indonesia y Timor Oriental. Los maquinistas de esta máquina de regreso al pasado son los ojos que descubrieron estos lugares por primera vez. La exposición 'Expediciones, el mundo en nuestras maletas' es un viaje en el tiempo, primero hasta 1883, de la mano de Paul y Fritz Sarasin.
Detalle de una de las salas de la exposición. Museo de las Culturas. FUENTE: "EL MUNDO" |
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